martes, mayo 02, 2006

Burroughs es mi pastor



Sólo he visto su rostro avejentado en algunas fotografías en las que sostiene su escopeta, o en las que fuma un cigarrillo mientras escribe en una Smith Corona, pero he creído comprender muchas cosas de los junkies a través de él, cuando lo leo y estoy enfermo, tumbado en la cama, desesperado porque ningún tratamiento médico parece funcionar, aun cuando sigo una estricta dieta y he dejado de fumar y de beber alcohol por meses.

También he creído comprender a los junkies cuando leo a Burroughs y pienso que me hace falta consumir una droga para sentirme bien y sumergirme en la estupidez en la que parece estar sumergida la mayoría de la gente.



Nunca lo he soñado, pero siempre lo alucino cuando tengo fiebre. 

En el delirio de la enfermedad provocado por los antibióticos, su voz retumba en mi cabeza, gravemente afectada. 

Susurra:

"The priest they called him...
The priest they called him...
The priest they called him..."

Cierro los párpados y temo perderme en las profundidades de la paranoia, pero Burroughs siempre está allí, en la penumbra. 

El sol se apaga dentro de mí y el reposo parece un largo crepúsculo.

***
ÉSTE ES UN EXTRACTO (UN BORRADOR) DE UN LIBRO QUE PUBLICARÉ ALGÚN DÍA.