lunes, junio 29, 2015

Arjen Robben engañó al árbitro


La selección de México fue la penúltima en calificar a La Copa del Mundo de Brasil 2014, después de vencer con un marcador global de 9 a 3 a la selección de Nueva Zelanda en el repechaje. 

Jugó contra los neozelandeses en El Estadio Westpac de Wellington y en El Estadio Azteca, gracias a que la selección de Estados Unidos derrotó en tiempo de reposición a la selección de Panamá en la última jornada de la eliminatoria rumbo al mundial. 

El equipo "de las barras y las estrellas", los ticos y los hondureños llegaban a esa última jornada clasificados al mundial, por la zona de CONCACAF

Para asegurar la repesca contra los neozelandeses, México necesitaba ganar o empatar su último juego en Costa Rica.

La selección panameña tenía que ganar y esperar a que México perdiera.

Ambos partidos se disputaron a la misma hora. 

México anotó primero en San José.

Estados Unidos perdía en la Ciudad de Panamá.

Costa Rica anotó dos goles.
Acabó el partido en San José .

Esos resultados dejaban fuera a México y calificaban a los panameños a la repesca.


Todo era alegría en el Estadio Rommel Fernández.

Pero en los minutos 92 y 93, con anotaciones de Graham Suzi y de Aron Johannsson, la selección de Estados Unidos derrotó a los panameños y le dio el pase a la repesca a los mexicanos. 

La selección de México había tenido unas eliminatoria desastrosa. 

Antes de Miguel Herrera, la habían dirigido José Manuel de la Torre y Víctor Manuel Vucetich.

En la Ciudad de México empató sin goles contra Jamaica, contra Costa Rica y contra Estados Unidos; perdió contra Honduras y apenas pudo ganarle a Panamá 2 a 1 con un gol de Raúl Jiménez que pasó a la historia. 

La selección mexicana quedó en el Grupo A del mundial. 

Enfrentaría a Camerún, a Brasil y a Croacia en la fase de grupos.

Los cálculos eran ganar a Camerún, perder con Brasil y buscar la clasificación a octavos de final contra Croacia en la Arena Pernambuco


Caía una lluvia torrencial en Natal. 

La selección de México salió a la cancha de la Arena das Dunas con un planteamiento ofensivo. 

La selección de Camerún era un caos. 
Le habían exigido a su Federación unas primas por haber calificado al mundial y la Federación no les había respondido aun. 

El árbitro colombiano le anuló dos goles a Giovanni dos Santos.
  
Oribe Peralta anotó en el segundo tiempo y la selección obtuvo sus primeros tres puntos.


En el Estadio Castelão, Guillermo Ochoa fue la figura del partido. 

Tal vez la jugada más espectacular fue cuando le atajó un remate de cabeza a Neymar, casi en la línea de meta. 

Héctor Herrera estuvo a punto de anotar con un tiro de media distancia. El balón se estrelló en uno de los postes de la portería de Julio César

El equipo empató a ceros en Fortaleza, y fue una sorpresa.

Antes del mundial, los pronósticos indicaban que la selección de México perdería. 


El último partido de la fase de grupos contra la selección de Croacia, se jugó en Recife. 

Los croatas tenían que ganar para avanzar a la siguiente fase y a los mexicanos les bastaba con un empate. 

Los europeos subestimaron a la selección mexicana de futbol, aun cuando en el último enfrentamiento entre ambos equipos, en la fase de grupos del mundial de Corea-Japón 2002, ellos habían perdido 1 a 0. 

Rafael MárquezAndrés Guardado y Javier Hernández anotaron en la Arena Pernambuco y la selección ganó 3 a 1 y avanzó a los octavos de final. 



El nivel de juego del equipo había sido mucho mejor de lo que esperábamos, incluso la prensa internacional lo elogiaba. 

El partido de octavos de final se disputó el domingo 29 de junio en Fortaleza.

El rival de México fue Países Bajos. 

Los holandeses habían ganado sus tres partidos de la fase de grupos.

En Salvador, golearon 5 a 1 a los españoles que habían sido campeones en Sudáfrica 2010, ganaron 3 a 2 a los australianos en Porto Alegre y ganaron 2 a 0 a los chilenos en São Paulo


Algunos comentaristas mexicanos estaban tan entusiasmados con el desempeño de la selección que aseguraban que este equipo tenía una verdadera oportunidad para cambiar la historia del futbol mexicano y avanzar al quinto partido

Yo no creía que México avanzaría a los cuartos de final.

Sólo esperaba que jugaran mucho mejor que en los octavos de final del mundial anterior, cuando la selección argentina les pasó por encima en Johannesburgo

El equipo de Miguel Herrera salió a la cancha de Fortaleza con un planteamiento ofensivo y dominó el partido desde los primeros minutos. 

La jugada más peligrosa de los holandeses en el primer tiempo fue provocada por un balón que Francisco Javier Rodríguez perdió en media cancha. 

Héctor Moreno tuvo que barrerse a unos metros de la portería de Guillermo Ochoa para quitarle el balón a Arjen Robben y terminó con una fractura.

A pocos minutos de iniciar el segundo tiempo, Giovanni dos Santos tomó un balón en los linderos del área holandesa y disparó con la pierna izquierda y anotó. 

¡Increíble! ¡Estábamos ganándole a los holandeses! 

Empecé a recordar a varias selecciones nacionales que habían llegado a un mundial en condiciones similares a las de México, y que habían cambiado por completo en el mundial. 

Empecé a divagar y a ilusionarme.

(Maldito alcohol.) 


Después de esa anotación, México siguió atacando.
Los holandeses,  se veían desconcertados y fatigados. 

Miguel Herrera decidió cambiar de estrategia y echó al equipo atrás y apostó por el contragolpe. 


Poco a poco, la selección de Holanda empezó a tomar fuerza y a meter en aprietos a Guillermo Ochoa.


El empate era inminente.


Wesley Sneijder tomó un rebote de un tiro de esquina y disparó.

Ochoa no pudo hacer nada.
Cuando el balón mecía las redes de la portería mexicana, presentí que la historia se repetiría, como en todas las Copas Mundiales en las que he visto a la selección de México perder en los octavos de final.

Y así fue, pero de la manera más triste que podía ocurrir. 


Después de ese gol, Arjen Robben fingió una falta en el área de la selección mexicana de futbol, en los últimos minutos del partido.


El árbitro portugués marcó la falta y Klaas Jan Huntelaar anotó el penaltie.  


La resaca de todo el alcohol que había bebido desde el primer partido de la selección mexicana en Natal, me pegó de repente. 


Me sentí muy mal.


Se respiraba una profunda tristeza en la casa de mis papás, y también se percibía en las tribunas del estadio y en la cancha.  


Cuando acabó el juego, volví a la casa y no quise saber nada más del mundial. 


Hace un año de ese partido, y sigo creyendo que Arjen Robben fingió una falta. 


En su equipo, el Báyern de Münich, ha ganado la Bundesliga y la Champions League.


Lo peor que le ha pasado deportivamente es que algunos árbitros no le marcan faltas a favor.