jueves, noviembre 23, 2006

Un electricista hallaría tu cadáver



Courtney le pidió a Erlandson que los filmara mientras los dos salían de la ducha. 


Kurt se sintió incómodo, pero le siguió la corriente: se puso una bata y comenzó a afeitarse y a imitar a Chris Cornell, mientras su esposa le suplicaba que se dejara el bigote por unos días.

Cuando Erlandson apagó la cámara de video, Kurt dejó de cantar.
Su semblante cambió súbitamente, como en la toma que cierra el video con el que MTV catapultó a su banda al estrellato.  

Arrojó el rastrillo contra el lavabo, salió del baño y encendió un cigarrillo. 

Mientras su esposa y Erlandson bromeaban, le dio una chupada al cigarrillo y los miró. Se preguntó cómo había llegado a aceptarlo. Nunca había estado de acuerdo con que el ex de su esposa conviviera con ellos, hasta el punto en el que pudiera filmarlos en la intimidad. 

Sin embargo era algo común. 

Ella le preguntó cuánto dinero podían gastar esa noche.


Él guardó silenci
o y dejó escapar el humo del cigarrillo por la nariz.


En los últimos meses había pensado seriamente en alejarse de las drogas y de los escenarios y en darse un tiempo para comenzar a trabajar en su carrera solista. 

Anhelaba ser como Neil Young

Su esposa no ayudaba mucho. 
Su presencia estaba ligada a las drogas y a los reflectores. 
  
Necesitaba alejarse de ella.  

Courtney lo había presionado para que no renunciara a que su banda encabezara Lollapalooza.

Courtney había esparcido el rumor de su intento de suicidio en Roma. 

Courtney lo había denunciado ante la policía, cuando él le había expuesto sus planes de alejarse de la música.

La policía le había confiscado todas sus armas de fuego y lo había culpado de violencia doméstica.

La prensa y sus admiradores creían que él era un drogadicto y un suicida.

Su compañía disquera sólo quería que grabara otro álbum de estudio lo más pronto posible.  

Estaba harto de hacer lo que todos esperaban que hiciera.


Estrujó el cigarrillo contra un cenicero atestado de colillas y les dijo a Erlandson y a su esposa que se quedaría el resto de la tarde encerrado, pensando en su futuro. 

Les pidió que lo dejaran solo. 

Tres meses más tarde –el viernes 8 de abril de 1994–, un electricista que su esposa había contratado para que instalara un sistema de seguridad en su casa de Lake Washington, encontraría su cadáver en el invernadero. 

Su cuerpo estaba en tal estado de descomposición que los forenses calcularon que tenía tres días muerto.

El sábado, la policía de Seattle declararía que se había tratado de un suicidio y cerraría el caso. 


La Señorita Cat Power


Todas los días, uno de mis hermanos -acaba de entrar a la preparatoria y tiene casi 10 años menos que yo- escucha The Greatest o You Are Free.

Son álbumes sensacionales -en uno de ellos colaboran Eddie Vedder y Dave Grohl-, pero la frecuencia con la que los escucho involuntariamente, está provocando que ya no soporte la música de Cat Power.

Los amigos de mi hermano vienen ocasionalmente los fines de semana a la casa y escuchan a Cat Power todo el día. En verdad les gusta. Uno de ellos tiene el setlist que Cat Power arrojó al público en un concierto que ofreció en el DF en septiembre, y me dijo que ella se quejaba constantemente del sonido en el Antiguo Edificio Nacional Nafinsa y que abandonaba constantemente el escenario.




A mi hermano le molestó mucho esa actitud, pero eso no hizo que él dejara de escuchar su música.  

Ya me sé de memoria todas las canciones de esos álbumes. 
Estoy en un periodo desagradable -recién graduado, desempleado, apático- y temo que me costará mucho trabajo escuchar a Cat Power sin prejuicios. 

Pero algún día, espero cambiar de parecer.