viernes, abril 12, 2019

Miedo y Asco en Las Vegas | Hunther S. Thompson (1971)


Mi primer acercamiento con este autor, fue a través de la película de Terry Gilliam (1998).

Johnny Depp (Raoul Duke), Benicio del Toro (Dr. Gonzo) y Christina Ricci (Lucy), entre otros, interpretaban a una serie de personajes "fuera de lo común" –drogadictos, aventureros, limítrofes, psicópatas–, en una historia confusa que pasaba de una escena a otra, sin ninguna hilación aparente. 

Debió de ser en el verano del 2005. 

Por alguna razón (poco tiempo libre, algún compromiso, aburrimiento), esa vez no logré ver la película de principio a fin. Terminé viéndola en secciones, a lo largo de varios meses (¿un año?), cuando me encontraba frente al televisor y resultaba que estaban pasando la película en algún canal donde lo común era ver filmes de bajo presupuesto.

(De hecho, no sé si alguna vez la he visto de principio a fin.)

Ya que no la había visto de corrido (y completa), fui formándome una historia propia.

La escena donde Gonzo y Lucy están perdidos en una habitación de hotel y Duke llega y ambos lo quieren matar, era la que recordaba haber visto más veces. 
Tal vez porque me gustaba Christina Ricci.  



En el 2007, impartí un curso de Laboratorio de Sensopercepción –mi primer curso como profesor de asignatura en la UNAM– y, ya que, en cierta forma, el programa de estudio abordaba temas relacionados con "estados alterados de la consciencia" (y ya que yo mismo, en mi entusiasmo e ingenuidad, pude haberles sugerido a mis alumnos que la sociedad podría haber satanizado el consumo de drogas más de lo necesario), les dejé, como trabajo final, leer el libro de Hunther S. Thompson

Mi propósito, más que integrar la novela con un tema del programa de estudio, era que mis alumnos tuvieran una perspectiva más amplia del consumo de drogas: que vieran a través de los ojos de Duke a dónde podrían llevar los excesos. 

Los malviajes, los flashbacks de LSD y los ataques de paranoia que padecen Duke y su abogado samoano, a lo largo del desierto de Las Vegas, en las habitaciones de hotel en las que se hospedan y destrozan todo y engañan a las camareras y les dicen que son agentes de la CIA, en los casinos de los que los corren por hacer escenas de locos y en los aeropuertos donde terminan con la mente hecha pedazos, me parecían un buen ejemplo. 

(Desgraciadamente, no recuerdo ninguno de los escritos que mis alumnos me dieron al final del curso. Tampoco sé dónde quedaron, y lo lamento mucho. Estoy seguro de que me encontré algunos textos interesantes. Ahora mismo, me gustaría leerlos otra vez.) 


Apenas hace dos años (más o menos), compré el libro. 

Era uno de esos libros que tenía curiosidad de leer, pero, como ya había visto fragmentos de la película de Gilliam, siempre encontraba, a última hora, otro libro que me llamaba más la atención. 

Lo compré en una Feria del Libro en El Palacio de Minería

Editorial Anagrama, ofrecía descuentos irresistibles. 

(También compré Los Desnudos y Los Muertos, La Conjura de Los NeciosLa Isla de La Infancia, El Buda de Los Suburbios... ¡eran otros tiempos y podía comprar más libros de los que podía leer!)

Nos mudamos de casa a principios de este año y encontré mi ejemplar de Miedo y Asco en Las Vegas en una caja llena de otros libros que ni siquiera recordaba haber comprado. 



Hace unas semanas, lo comencé a leer. 

Durante mucho tiempo fui prejuicioso y me quedé con la impresión de que era un libro para posers que querían "documentarse" y no "hablar en el vacío", cuando tuvieran la oportunidad de presumir acerca de las experiencias que habían tenido con drogas ilegales...

Tenía la creencia de que el libro era una suerte de enciclopedia "sobre los excesos de las drogas"... y lo desestimé. 

Estaba acostumbrado a tratar con personas que, en cierta forma, aunque nunca lo hubieran leído, veneraban a Thompson

Ahora, tantos años después de haberme encontrado accidentalmente la película en un canal de filmes de bajo presupuesto y después de tantos años de haberme decidido a comprar el libro y de haberlo leído, lo recomiendo. 

No diría que es una lectura para adolescentes de preparatoria. 

Sin embargo, tampoco diría que es indispensable estar en edad universitaria para leerla. 

(En todo caso, más bien, depende de tus prejuicios, o ignorancia, acerca de las drogas.) 

No es una novela aburrida –aunque el consumo de drogas puede aturdir en algún punto–, está llena de enseñanzas sobre la vida de los adictos, abundan los relatos de personajes "fuera de lo común", tiene pasajes lúgubres y divertidos, historias de brotes psicóticos y de paranoia, interminables nombres de drogas, relatos sobre experiencias con hormonas extraídas de humanos y que jamás (quizá) en tu vida habrías imaginado que alguien podría usar como droga...

El lenguaje fluye como la Ballena Blanca que renta Duke para transitar en Las Vegas... 

Además, es, quizá, el libro pionero del periodismo Gonzo. 

lunes, abril 08, 2019

8 de abril, 1994


Hace 25 años, Gary Smith –un electricista que Courtney Love había contratado para instalar un sistema de seguridad en la casa que el matrimonio Cobain había adquirido a principios de año en Lake Washington–, encontró el cadáver de Kurt Cobain

Hice este video para documentar el aniversario de su muerte –no hablo de "las teorías conspirativas" ni de lugares comunes– y también para hablar de lo importante que ha sido su música para mí.

Si no te interesa el tema –o eres de esos críticos que dan consejos gratis o que opinan sobre cualquier tema, aunque no les interese–, te exhorto a que pases de largo, por favor. 

Este video lo hice con el corazón –le dediqué tres días de trabajo– y no me gustaría (al menos por ahora) tener que responder comentarios destructivos, poco amistosos o fuera de lugar*. 

*Si hay alguien que en verdad haya convivido conmigo (que no sólo nos conozcamos por redes sociales) y que todavía me considere un admirador de Kurt Cobain que está interesado en las leyendas que circulan alrededor de su muerte más que en su música (o que aprueba y que compra todo lo que tiene su nombre, o que piensa que Nirvana es la mejor banda del mundo y que defiende esta opinión con "uñas y dientes"), le recomiendo echarle un ojo a este video.

(Y también a quienes hayan ignorado olímpicamente que he seguido la carrera de Kurt Cobain alrededor de un cuarto de siglo, que no sólo he escuchado Nevermind y que ya no tengo 17 años.) 

All In All Is All We All Are