viernes, mayo 28, 2021

Gish (1991)



Gish, el álbum debut de Smashing Pumpkins, que fue producido por Butch Vig en los Smart Studios en Madison, Wisconsin, entre diciembre de 1990 y marzo de 1991, y que fue publicado por la compañía discográfica Caroline Records, hoy cumple 30 años. 

De acuerdo con algunos periodistas de rock, el título del álbum está inspirado en Lillian Gish –la longeva actriz del cine mudo de Hollywood–, pero Billy Corgan –autor intelectual del título– ha desmentido este rumor y ha declarado en algunas entrevistas que simplemente se le ocurrió ponerle ese nombre al álbum y que siempre hay alguien que sobre interpreta lo que hacen los artistas

Cuando escuché Gish de principio a fin, los Pumpkins vendrían de gira por primera vez a México –acababan de publicar Adore, su cuarto álbum de estudio– y MTV transmitía constantemente los videos  de “I am one”, de “Siva” y de “Rhinoceros”. 

Más allá de que los videos de Gish no parecían precisamente de los noventa, era innegable que las canciones tenían una influencia de la música de los setenta, de bandas como Led Zeppelin y de artistas como Jimi Hendrix. 

Compré Gish –un disco compacto de segunda mano– en El Chopo y estuve escuchándolo durante más de medio año. Además de que la mayoría de las canciones tenían cambios abruptos entre la estridencia y la quietud, había algunas canciones con una atmósfera más tranquila –más pop y folk– y, sobre todo, las letras de las canciones eran ingeniosas: hacían alusión a La Santa Trinidad, o al dios hindú de la destrucción; hablaban sobre la desesperación del amor no correspondido, o sobre el enamoramiento como una explosión de colores; o, incluso, se referían de un modo ambiguo al consumo de drogas psicodélicas.

Paradójicamente, no sólo el productor del álbum –Butch Vig–, sino también Kevin Kerslake –el director del video de “I am one”–, se involucrarían meses más tarde en la producción de Nevermind y en la dirección del video de “Lithium”respectivamente, y el aclamado álbum de Nirvana opacaría el lanzamiento de Gish, y, todo esto, sería un fuerte golpe al ego de Billy Corgan.

Mientras escribo estas líneas, escucho el mismo disco compacto de segunda mano que me compré hace veintitrés años. Intento escribir algo más personal, pero el calor de esta habitación es apenas soportable –aunque lo prefiero mil veces, en comparación con el frío– y apenas me permite enfocarme en algunos vagos recuerdos que me trae la música de Gish, pero, igualmente, invito al lector accidental de este blog, a escucharlo por su cuenta y a formar sus propias impresiones.  

domingo, mayo 23, 2021

Serving The Servant | Danny Goldberg (2019)



En este libro cuasi-periodístico de 17 capítulos y más de 300 páginas, publicado por Harper Collins (2019), Danny Goldberg nos comparte su percepción de Kurt Cobain como líder de Nirvana, como estrella de rock y como persona (no necesariamente en este orden). 

Danny Goldberg –fundador de Gold Mountain Entertainment, junto con su colega John Silva–, conoció a los integrantes de Nirvana en noviembre de 1990, poco después del lanzamiento de Bleach –el álbum debut de Nirvana, publicado por la compañía discográfica independiente SubPop–, y se convirtió en su representante en los meses previos al lanzamiento del aclamado Nevermind. 

Su relación laboral con Nirvana abarca la breve trayectoria de la banda –desde que pasaron de tocar en pequeños clubes, para un puñado de personas, hasta que encabezaron los más importantes festivales de música, en arenas y en estadios con capacidad para miles de espectadores–, y le permitió ser testigo del meteórico ascenso de la banda al estrellato y estar involucrado en el proceso creativo, en las finanzas y en las campañas publicitarias de cada uno de los álbumes que la banda publicó con David Geffen Records (la compañía discográfica trasnacional con la que firmó Nirvana después de haber roto su contrato con SubPop), y terminó de manera prematura con la muerte de Kurt Cobain, así que la importancia de su opinión es incuestionable (cuestionar su opinión es otro asunto), tal y como lo avalan los personajes que elogian Serving the servant (de hecho, algunos de ellos son citados en el libro), entre los que se encuentran Michael Azerrad –autor de la biografía autorizada de Nirvana–, Thurston Moore –cantante y guitarrista de Sonic Youth– y Joan Jett. 

Para Danny Goldberg, Kurt Cobain no sólo era la estrella de rock y el líder de la banda más importante del mundo de la primera década de los noventa, sino el sujeto que le compartía sus inquietudes sobre el camino que quería que siguiera Nirvana –no le gustaba tener giras extenuantes ni tocar para miles de personas, pero quería vivir cómodamente y disfrutar a su familia–, que le pedía administrar minuciosamente los ingresos de la banda –cuando Courtney Love entró al mundo de Nirvana, ya no consideró justo que Krist Novoselic y que Dave Grohl recibieran las mismas regalías que él– y que le ayudara a lidiar con los ejecutivos de la disquera y con la prensa que siempre estaban metiéndose en su vida y poniendo en riesgo su estabilidad emocional. 

Asimismo, Goldberg conoció al artista visionario detrás de cada una de las decisiones de Nirvana –según él, Cobain planeaba meticulosamente cada uno de los movimientos de la banda para mantenerla en el inconsciente colectivo, como cuando amenazó con tocar “Rape Me” en los primeros instantes de la presentación de Nirvana en los MTV Video Music Awards de 1992, tanto para desafiar a los ejecutivos de MTV como para darle una probada a la audiencia de lo que sería el próximo álbum de estudio de la banda–, pero también conoció al furioso marido de Courtney Love que la defendió cuando fue exhibida por Lynn Hirchsberg en un artículo de Vanity Fair como una drogadicta embarazada, y también conoció al padre primerizo que viajó al Reino Unido a encabezar el Reading Festival de 1992 a los días del nacimiento de Frances Bean, cuando la prensa daba por hecho la disolución de Nirvana –tenían varios meses sin ensayar– y la banda dio uno de sus conciertos más memorables, y también conoció a la estrella de rock con problemas de adicción a la heroína, que fue incapaz de lidiar con la fama y que, en apariencia, nunca logró asimilar que, al haberse convertido en una estrella de rock y al haber triunfado con su banda a nivel mundial, había traicionado los principios éticos del punk –¡no te dejes seducir por el glamour y el dinero de la industria del rock n' roll!, ¡no te conviertas en un cliché del rock n' roll!– en los que siempre había creído.

De todos los libros que he leído sobre Kurt Cobain y Nirvana –son tantos, que ya perdí la cuenta–, quizá éste no sea el más objetivo –tiene algunos pasajes muy personales; sobre todo, los que están relacionados con los últimos días de Kurt Cobain–, pero, sin duda, es el más completo. 

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Goldberg ha sido representante de artistas desde la década de 1960. Fue vicepresidente de Swan Song Records –la compañía discográfica creada por Led Zeppelin– de 1973 a 1975. Es un prolífico escritor (Bumping into geniuses: my life inside the rock n' roll business, 2009; How the left lost teen spirit, 2005) que ha trabajado para revistas como Rolling Stone y Billboard Magazine. Actualmente es presidente de Gold Village Entertainment. 

domingo, mayo 09, 2021

Ángeles Derrotados de Denis Johnson


En esta novela –no apta para lectores que buscan historias amables con protagonistas que luchan por su amor y que, tras vencer las adversidades, son felices para siempre–, Denis Johnson nos muestra una faceta oscura del “sueño americano”: esa vida que les toca vivir a cientos de ciudadanos estadunidenses que nacen en la pobreza y que no tienen grandes opciones para salir de la pobreza.

En largos trayectos por las autopistas de Estados Unidos, en moteles baratos en los que se hospedan traficantes de drogas, en terminales de autobuses atestadas de seres perversos y abusivos, en bares de Chicago donde lo único que importa es conseguir dinero para emborracharse hasta olvidarlo todo y en suburbios de Phoenix en los que parece que ni siquiera los domingos nadie tiene la conciencia tranquila, Jamie y Bill se enredan en una relación co-dependiente y destructiva. 

Ella, necesitada de afecto y de protección, se deja arrastrar por la vorágine del alcoholismo de Bill; Bill, convencido de que su existencia no tiene sentido, se deja arrastrar por sus propios demonios. 

domingo, mayo 02, 2021

Páradais | Fernanda Melchor (2021)

 


Dos adolescentes, de distintos estratos sociales y con diferentes problemas en la vida, se conocen en un lujoso fraccionamiento; adquieren la costumbre de emborracharse, cada vez que sus ocupaciones, diametralmente opuestas, se los permiten. 

Bajo los efectos del alcohol, uno de ellos le confiesa al otro un macabro plan para satisfacer sus fantasías sexuales con una inquilina del fraccionamiento, mientras el otro sólo quiere evadir su realidad y abrirse paso en una vida de crímenes.