miércoles, septiembre 19, 2018

Desde mañana vamos a jugar sin ti


Una vez me encontré a Paco Huidobro en Guitar Gear

No pareció molestarse porque lo reconocí -incluso sonrió-, así que me acerqué y le pregunté si podía tomarme una foto con él. 

Jamás había hecho algo así y no quería ser inoportuno; no quería ser como uno de esos locos fanáticos que no respetan la privacidad de sus ídolos cuando los ven en persona, pero me sentí tentado. 

Aunque Huidobro platicaba con alguien sobre unos pedales para guitarra, accedió amablemente. Me cayó muy bien. Lo había visto en algunas entrevistas por televisión y me parecía un tipo temperamental al que no le gustaba la fama. 
   
Al salir de la tienda, lamenté no llevar mi copia de Leche (1993) -es el álbum de Fobia que más me gusta- y de no haber tenido la oportunidad de pedirle a Huidobro que me lo autografiara. 

¿Cómo iba a saber que me lo encontraría ese día, en esa tienda? 


Estaba en segundo año de preparatoria cuando escuché Mundo Feliz (1991). 
Sólo escuchaba a Nirvana, a Soundgarden (los Foo Fighters acababan de lanzar su primer álbum) y a bandas de ese estilo. Casi no escuchaba rock en español, pero el segundo álbum de Fobia me gustó. 

Ese álbum tenía canciones con letras muy extrañas. Los efectos de la guitarra y del sintetizador le daban a las canciones un sonido especial. Los coros de las canciones eran pegajosos. La batería y el bajo no eran sólo instrumentos de acompañamiento. 

Tenía la idea de que Fobia era una banda radio-friendly (no me gustan los anglicismos, pero no se me ocurre un mejor término en este momento) y sin embargo tenía todos sus álbumes de estudio. Me di cuenta de que mi mayor prejuicio hacia su música era que supuestamente los miembros de la banda provenían de familias con comodidades económicas. 

¿Qué hay de malo en ello?

Crecí en un ambiente lleno de prejuicios. 

Después de que Paco Huidobro fue tan amable conmigo en Guitar Gear, analicé la situación y volví a escuchar a Fobia.


Uno de mis primos escuchaba mucho rock en español. Era mucho más grande que yo y tenía una amplia colección de discos compactos. A veces lo acompañaba a alguna parte de la ciudad en su Sedán y él ponía música y me contaba de los conciertos a los que había asistido. 

Mientras recorríamos la ciudad escuchando rock en español, él me hablaba de lugares como Rockotitlán La Última Carcajada de La Cumbancha y de bandas como Soda StereoHéroes del SilencioCaifanesCafé Tacuba, Cuca, La Lupita, Santa SabinaMaldita Vecindad y Los Hijos del Quinto Patio... 

Supongo que me disgustaba un poco el hecho de que él no pareciera ser muy selectivo con la música que escuchaba. También tenía álbumes de Maná y de Mikel Erentxun, de The Cure y de Pearl Jam, de Billy Idol y de UB40, de José José y de Bronco...

Era suya la copia de Mundo Feliz que escuché cuando estaba en la preparatoria. 



Paco HuidobroLeonardo de LozanneIñaki VázquezJay de la Cueva y "El Cha!" dieron una conferencia de prensa a principios de año. 

Anunciaron el re-lanzamiento de toda la discografía de Fobia en una colección de vinilos y que harían una gira que pasaría por algunas ciudades del país para celebrar los treinta años de la banda. 

Los boletos para la única fecha de Pastel en El Palacio de Los Deportes se acabaron en un par de días, pero los organizadores abrieron otra fecha para el viernes próximo. 

Da click aquí, si quieres escuchar El Cerebro

miércoles, septiembre 12, 2018

Bienvenido a Pantitlán


Nos tuvimos que mudar a este departamento, hace cinco años. 

Quería terminar todos los experimentos que había empezado -aunque no formaran parte de mi proyecto de investigación- y me entusiasmaba tanto la idea de publicar más artículos de los que necesitaba para titularme que se terminó el periodo de beca y estuve así todo un año*.

Los primeros seis meses sin beca, vivimos de nuestros ahorros y del sueldo que mi esposa obtenía de un horrible empleo que la hacía salir muy temprano de la casa y volver a las once de la noche, diariamente. 

Los últimos seis meses conseguí una beca de ayudante de investigador, pero ese dinero no me alcanzaba ni para pagar la renta del departamento en donde vivíamos. 

Estábamos a punto de acabarnos el dinero ahorrado y tuvimos que mudarnos. 



La renta era más barata en esta colonia y el departamento no estaba mal.
Además, el dueño no tenía ningún problema con los gatos.  

Aunque ya había vivido en esta parte de la ciudad, cuando volví todo me pareció mucho peor que antes y tuve la impresión de que estaba retrocediendo, en lugar de progresar. 

Vivíamos en una colonia mejor ubicada y más cuidada.
El departamento era muy pequeño, pero valía la pena. 
La gente de la colonia era respetuosa, no tiraba basura en la calle ni te obligaba a escuchar vallenato, salsa, banda o reguetón a todo volumen. Los automovilistas casi siempre respetaban al peatón. No había animales callejeros. 

La primera impresión que tienes al vivir aquí es que hay más automóviles que libros. Tener un auto parece ser más importante que leer. Hay muchos talleres mecánicos y no hay más que una biblioteca que siempre está cerrada. No hay una sola librería. 

El automovilista de esta colonia no respeta las señales de tránsito, no cede el paso a los peatones y conduce a toda velocidad, mientras escucha música a todo volumen. Se comporta como si tener un auto fuera lo más importante que uno pudiera hacer en la vida y como si un auto sirviera para marcar territorio.  

En Pantitlán la mayoría de la gente maltrata, abandona o envenena a los animales. Escucha música a todo volumen, hace fiestas a todo volumen, tira basura en la calle y tiene sus propios hijos y les enseña que es normal todo lo anterior.



Cuando nos mudamos a este departamento, escuchaba frecuentemente una canción de Mark Lanegan

La canción habla metafóricamente de la muerte como una nave que tarde o temprano llegará a recogerte estés donde estés, independientemente de si quieres morirte o no. 

Yo no pensaba precisamente en morir cuando escuchaba la canción, sino en que viviría mejores tiempos. 

Tenía pensamientos catastróficos. 

Trataba de convencerme de que a nadie, excepto a mí mismo, tendrían que importarle los sacrificios que había hecho, pero me sentía tan decepcionado de tener apenas lo indispensable para vivir que varias veces pensé si valía la pena luchar por terminar el posgrado sin hacer el mínimo esfuerzo. 

(¿Y si me graduaba con las publicaciones que tenía hasta entonces y le daba vuelta a la página...?)

(¿Y si me buscaba un trabajo que todo mundo entendiera y entonces me endeudaba con las mensualidades de un automóvil, para poder pasearme por la colonia a toda velocidad...?) 

Ni siquiera mi familia tenía una idea aproximada de mi situación económica. 
Algunas veces hasta tuve la impresión de que algunos miembros de mi familia pensaban que yo vivía en el paraíso. 

¿Qué podía esperar de quienes apenas sabían mi nombre? 
¿Qué podía esperar de quienes no me conocían y estaban en todo su derecho para asumir que yo simplemente era una persona más? 

Te sorprendería descubrir lo poco que te conoce incluso la gente con quien has compartido varios años de tu vida. 



Todos somos egocéntricos, pero no necesariamente nos damos cuenta. 

Todos tenemos prejuicios, pero no necesariamente están basados en los mismos estereotipos. 

Todos queremos ser reconocidos, pero no necesariamente por los mismos hechos. 

Todos queremos ser escuchados, pero no necesariamente queremos escuchar a alguien más. 


Desde esa época perdí el interés en conversar con otras personas, debido a las veces que las escuché y que no recibí el mismo trato por simple cortesía. 

¿Es una enfermedad? 

No me agrada la gente prejuiciosa y que se basa en las apariencias, y que sigue emitiendo un juicio aunque le expliques una y otra vez por qué no todo es lo que parece.

No soporto a la gente que se desconecta de la realidad cuando es tu turno de hablar en una conversación y (en lugar de escucharte) se queda pensando en lo que te va a decir mientras estás hablándole y te interrumpe antes de que expongas tu punto. 

La mayoría de la gente es así.
Te sorprendería descubrir cuántas veces hacen lo mismo incluso tus familiares.



Pero la gente es tan horrible... independientemente de la colonia donde viva y de la preparación académica que haya recibido. 

Incluso con el grado de doctor y perteneciendo al Sistema Nacional de Investigadores, no quedas exento de que algunos estudiantes de posgrado -que se supone conocen el trabajo que requiere tener una publicación; que se supone que valoran lo que significa correr experimentos a la una de la mañana sin recibir un centavo; que se supone que han trabajado en vacaciones y en días feriados sin que les paguen aguinaldo ni vacaciones, o sin que ni siquiera sus tutores reconozcan que lo hacen- no te devuelvan un saludo por simple cortesía. 

En estos cinco años, me han invitado a dar charlas a eventos académicos, a programas de radio, a foros no académicos... he participado en la formación académica de estudiantes de licenciatura y de posgrado... he escrito proyectos de investigación para concursar por financiamiento... he acumulado más años de experiencia como docente en temas que no era experto... apenas esta semana fue publicado mi primer artículo en el que me permitieron ser corresponding author...

Sin embargo, me siento igual que como me sentía cuando regresé a Pantitlán.

Estoy estancado.
He buscado opciones para crecer profesionalmente y ninguna se ha concretado. 

Escucho a Mark Lanegan -otra vez la misma canción que hace cinco años- y quiero convencerme de que no puede llover todo el tiempo.




There Is No Morphine, I'm Only Sleeping  

*Uno de los requisitos para obtener el grado académico consiste en tener al menos un artículo de investigación original, publicado como primer autor en una revista indexada de calidad científica internacional. Cuando fue mi examen profesional, tenía tres publicaciones con estas características y una más se encontraba con los revisores de la revista.

jueves, septiembre 06, 2018

Flores Salvajes


La primera vez que Mark Lanegan vino a la ciudad, ni siquiera me enteré. Estaba terminando el doctorado y aunque escuchaba Blues Funeral (2013) regularmente, supe del concierto casi un año más tarde, cuando Soundgarden tocó en El Palacio de Los Deportes y yo esperaba, alcoholizado y desesperado, mi turno para pasar al mingitorio. 

Casi seis años después, Mark Lanegan y su banda regresaron a dar un concierto a la ciudad. 

Aun cuando la publicidad de este concierto se limitaba a anunciarlo como "uno de los padres del grunge que había colaborado con Kurt Cobain...", tuvo mayor difusión que el concierto del 2013. 

Los responsables de la publicidad no sólo asumieron que el término grunge es del agrado de todos los artistas asociados con este género, sino que su semblanza fue poco afortunada.

Identificar a Mark Lanegan como "uno de los padres del grunge que colaboró con Cobain", equivale a decir que Chris Cornell y que Eddie Vedder son "otros" padres del grunge que colaboraron con Rage Against The Machine y con Neil Young... sin mencionar a Soundgarden ni a Pearl Jam... ni mucho menos sus carreras solistas. 

Rolling Stone
Estrictamente, Lanegan no colaboró con Cobain, sino que fue Cobain quien colaboró con él en un par de canciones de The Winding Sheet (1990) -tocó la guitarra en Where Did You Sleep Last Night? e hizo coros en Down In The Dark.

Asimismo, según Dave Grohl, el álbum debut de Lanegan fue una influencia tan grande para Cobain (y, por ende, para Nirvana) que lo tomó como referencia para grabar el MTV Unplugged In New York (1994).  

Cobain no sólo quiso que el álbum acústico de Nirvana sonara a The Winding Sheet, sino que incluso cerró ese concierto con Where Did You Sleep Last Night? -de acuerdo con la crítica especializada, esta interpretación es uno de los momentos más emblemáticos tanto de la carrera de Nirvana como de los Unplugged de MTV.



De acuerdo con otras fuentes, la admiración que había entre Kurt Cobain Mark Lanegan era inmensa. Junto con Krist Novoselic -entonces bajista de NirvanaMark Pickerel -primer baterista de Screaming Trees-, formaron The Jury y grabaron unas cuantas canciones. 

El proyecto tenía como propósito rendirle tributo a Leadbelly y sin embargo no prosperó porque ninguno de los dos se atrevía a asumir el rol de líder. Algunas canciones de este fallido proyecto fueron publicadas en With The Lights Out (2004). 

También existe el rumor de que Courtney Love dijo en alguna entrevista que su esposo supuestamente quería que Mark Lanegan cantara Talk To Me y que le había dejado los derechos de la canción para que él hiciera lo que le pareciera mejor. 

No existe una versión de estudio de esta canción. Nirvana sólo la tocó en algunos conciertos puede hallarse en un par de bootlegs de 1991 en Europa.

With The Lights Out (2004) incluye un video en el que la banda toca Talk To Me en el Crocodile Cafe de Seattle (1992), cuando aparecieron como banda sorpresa para abrir un concierto de Mudhoney, poco después de que Nevermind los hiciera mundialmente famosos.



El objetivo de la publicidad del concierto en El Plaza Condesa era llamar la atención de un público al que quizá no le interesara tanto la música de Mark Lanegan, sino estar en un evento que ningún millennial podía perderse. 

Esta estrategia de mercadotecnia abría la posibilidad de que el concierto fuera cancelado -siempre y cuando Kurt Cobain no estuviera tan bien posicionado* entre el público al que estaba dirigida la publicidad- y también abría la posibilidad de que se vendieran todos los boletos y de que el lugar fuera invadido precisamente por personas a las que hubiera enganchado la publicidad. 

La publicidad me molestó tanto que apenas compré boletos para el concierto hace una semana. 

Los artistas como Mark Lanegan son escasos. 
Los publicistas debieron darle el reconocimiento que merece y evitar asociarlo con el grunge y con un mártir del rock.


Los Screaming Trees -la banda en la que Lanegan debutó- no alcanzaron la misma popularidad que otras bandas del sonido Seattle de la década de los 90, pero grabaron cuatro EPs, siete álbumes de estudio -para hacer una comparación, ¡Nirvana sólo grabó tres álbumes de estudio!-, lanzaron tres álbumes recopilatorios y siete videos musicales.

Mark Lanegan tiene una trayectoria de más de treinta años, tiene diez álbumes de estudio como solista (Gargoyle es el más reciente) y ha colaborado con decenas de artistas como Duke Garwood, Josh Homme (QOTSA), Isobel Campbell (Belle & Sebastian), Mike McCready (Pearl Jam), Layne Staley (Alice In Chains), Izzy Stradlin y Duff McKagan de Guns N' Roses y Ben Shepherd (Soundgarden)

Su música "abandonó el grunge" hace casi veinte años -el mismo tiempo que tiene viviendo en Los Ángeles y escapando de la etiqueta grunge- y ha incursionado en géneros como el blues, el folk e incluso la música electrónica. 

Jose Fernando Turrent 
URSS Bajo El Árbol abrió el concierto, pero no llegamos a tiempo -ni siquiera sabíamos que habría una banda telonera. Como llovía, el camino desde el departamento hasta el metro y desde Patriotismo hasta el foro fue más tardado. 

En el foro había más de cien personas y en el vestíbulo había mercancía oficial: playeras, álbumes que no se pueden conseguir fácilmente -Dark Mark Does Christmas (2012), Play Blues Funeral (2013) y Phantom Radio (2014)-, litografías y un libro con canciones y poemas de Mark Lanegan. 

Allí mismo había un anuncio de una firma de autógrafos al final del concierto. 
La gente decía que sólo se tendría acceso a ella, comprando mercancía oficial.

Llevaba mi copia de Uncle Anesthesia (1992), pero compré una litografía por si acaso. 

Mientras sonaba una canción de Alice In Chains -en twitter, algunos asistentes le habían pedido a Mark Lanegan que la banda tocara canciones de Mad Season esa noche y fue lo máximo que consiguieron-, buscamos un lugar. 

No había más de treinta personas frente al escenario. Encontramos rápidamente un sitio a pocos metros de él. 


En el escenario sólo había tres atriles, tres micrófonos, un par de amplificadores Fender, un sintetizador, una pedalera, un soporte para guitarra eléctrica y una Mac

En el concierto del 2013, la banda tocó casi todo el álbum Blues Funeral -de hecho, Play Blues Funeral fue grabado en esa ocasión y después fue lanzado de manera independiente por la misma banda-, algunas canciones de otros álbumes solistas de Lanegan e incluso un par de canciones de Screaming Trees. 

Mi apuesta era que en esta ocasión probablemente la banda se enfocaría en Gargoyle (2017) y que quizá tocaría algunas canciones de otros álbumes solistas de Lanegan. 


Eran alrededor de las nueve y media de la noche cuando Mark Lanegan salió al escenario, acompañado por Shelley Brien (teclados y sintetizadores) y por Jeff Fielder (guitarra eléctrica y secuenciador).

Saludaron al público y ocuparon sus lugares en el escenario: Brien a la izquierda, Lanegan al centro y Fielder a la derecha. 

Fielder conectó su Gibson SG Cherry a un amplificador Fender, manipuló algunos comandos en la Mac y así dio inicio el concierto con los primeros beats de When Your Number Isn't Up.

(No sé por qué esta canción siempre me remonta a un pasaje de American Junkie en el que imagino a Mark Lanegan llamando por teléfono a Tom Hansen, a las cuatro de la mañana, preguntándole dónde dejó escondida más heroína).  

El concierto duró casi dos horas e incluyó canciones de todos los álbumes de Mark Lanegan -apenas tocaron siete canciones de Gargoyle-, una canción que él nunca había cantado en vivo y una canción que no había cantado en más de diez años.

Como no había batería, la banda tocó versiones más tranquilas y más lentas que las versiones originales de casi todas las canciones -salvo aquellas incluidas en los álbumes Imitations (2013) y Field Songs (2001).  

La ausencia de batería no sólo hizo que la voz de Mark Lanegan fuera el centro de atención y que Jeffrey Fielder mostrara sus habilidades como guitarrista, sino que le dio un ambiente muy privado al concierto. 



El amplificador del sintetizador estuvo fallando toda la noche y  Shelley Brien tuvo que abandonar el escenario prematuramente, poco después de cantar la parte que PJ Harvey canta en la versión de estudio de Come To Me

Las últimas canciones fueron Phantasmagoria Blues, I Am The Wolf -una de las más conocidas de la carrera solista de Lanegan- y On Jesus' Program

Después de abandonar el escenario por unos cuantos minutos, Lanegan y Fielder volvieron al escenario a tocar Torn Red Heart, Bombed y Wild Flowers.

(Bombed y Wild Flowers son dos de las canciones que más escuchaba cuando estaba enfermo y todo el tiempo quería vomitar debido a los fuertes medicamentos que tomaba, así que fue un momento especial).

Halo Of Ashes -una de las canciones más populares de Screaming Trees- fue la última canción de la noche.

Lanegan y Fielder dejaron el escenario, entre aplausos y ovaciones del público. 

Poco después, cuando las luces de El Plaza ya estaban encendidas y la gente comenzaba a buscar la salida, Jeff Fielder regresó al escenario solo y dijo que Mark Lanegan saldría a firmar autógrafos en un rato.



Mientras caminaba en busca de la fila para la firma de autógrafos, me encontré a José Manuel Aguilera. Él pareció sorprenderse agradablemente de que alguien lo reconociera. Iba a pedirle su autógrafo o una fotografía, pero lo único que llevaba que pudiera ser firmado era el álbum de Screaming Trees y la pila de mi teléfono se había agotado. 

Fue al único músico que vi entre el público.

Mi esposa ya estaba formada antes de que acabara el concierto, así que fuimos los primeros (bueno, yo fui el primero porque ella me cedió el lugar). Esperamos alrededor de media hora.

La gente de seguridad se organizó bien y además quienes estábamos formados en la fila fuimos muy respetuosos en general. En otros eventos, las firmas de autógrafos suelen ser un desastre y  la gente no respeta las filas ni el tiempo de los demás.

Estuve menos de un minuto con Mark Lanegan, pero estreché una de sus manos y él me autografió la litografía y Uncle Anesthesia.

Sólo se me ocurrió decirle que había sido un gran concierto

Le hubiera preguntado si era cierto lo que dijo Courtney Love (si Kurt Cobain quería que él cantara Talk To Me) o si era cierto que Tom Hansen le dejaba dosis de heroína escondidas en su departamento. 



Da click aquí, si quieres leer acerca de la primera visita de Mark Lanegan a la Ciudad de México.
Da click aquí, si quieres leer una nota acerca de The Jury.
Da click aquí, si quieres leer el setlist de este concierto.

*Léase sarcásticamente.

El vocalista de la banda más popular de Ellensburg


Mark Lanegan (EllensburgWashington, 1964) es conocido por haber sido líder de Screaming Trees, una de las bandas relacionadas con el llamado sonido Seattle de la década de los 90, pero que no alcanzó la fama de otras bandas como Nirvana, Pearl Jam, Alice In Chains o Soundgarden.  

Los Screaming Trees publicaron alrededor de diez grabaciones entre 1985 y 1996, incluyendo EP's, LP's y compilaciones.   

A lo largo de su carrera, debido a diferencias artísticas entre los integrantes de la banda, se separaron en diversas ocasiones.

Sus álbumes más conocidos son Uncle Anesthesia (1991) -producido por Chris Cornell-, Sweet Oblivion (1992) y Dust (1996). 

En tanto que Sweet Oblivion logró sacarlos del anonimato -vendió alrededor de 30, 000 copias en Estados Unidos y contiene la canción Nearly Lost You, uno de los mayores éxitos de la banda-, Dust -un álbum que exhibió una gran influencia de blues y folk- llegó a ser disco de oro.

Este último álbum cuenta con la participación de Mike McCready como segundo guitarrista en Dying Days y All I Know.

Asimismo, durante la gira de Dust, Josh Homme -el futuro líder y guitarrista de Queens Of The Stone Age- los acompañó como segundo guitarrista. 

A pesar del éxito comercial que significó Dust, no fue suficiente para que Epic Records les renovara contrato y Screaming Trees se separaron definitivamente en el año 2000.  


The Winding Sheet (1990) fue el primer álbum solista de Mark Lanegan y cuenta con las colaboraciones de Kurt Cobain y de Krist Novoselic.

De acuerdo con Dave Grohl, este álbum impresionó tanto a Kurt Cobain que se inspiró en él para la realización de MTV Unplugged In New York

Otras fuentes aseguran que Kurt Cobain y Mark Lanegan eran grandes amigos y que intentaron formar una banda a la que llamaron The Jury, antes de que Nirvana fuera mundialmente famosa.

Los otros integrantes de The Jury eran Krist Novoselic y Mark Pickerel -el baterista original de Screaming Trees y que dejó a la banda antes de la grabación de Sweet Oblivion-, y la banda pretendía ser una banda de covers de Leadbelly

Supuestamente el proyecto nunca prosperó debido al excesivo respeto de Kurt Cobain hacia Mark Lanegan, pero la aparición de Where Did You Sleep Last Night? en The Winding Sheet y en Unplugged In New York refleja la admiración de ambos artistas hacia el músico y compositor estadounidense de blues y folk

Mark Lanegan ha dicho en algunas entrevistas que The Winding Sheet es resultado de varios demos e ideas que él y Kurt Cobain tenían planeado grabar juntos. 

En With The Lights Out (2004) aparecen algunos tracks -Ain't It A Shame, They Hung Him On A Cross, Grey Goose- que resultaron de este infructuoso proyecto. 

http://filtermexico.com/
Antes de la grabación de Dust, Mark Lanegan participó en un par de canciones en el único álbum de Mad Season (1995) y grabó como solista Whiskey For The Holy Ghost (1994). 

Después de la ruptura definitiva de Screaming Trees, su discografía solista continuó con Scraps At Midnight (1998), I'll Take Care Of You (1999), Field Songs (2001), Bubblegum (2004), Blues Funeral (2012), Imitations (2013), Phantom Radio (2014) y Gargoyle (2017).     

Ha colaborado con Queens Of The Stone Age (Rated R, Songs For The Deaf), Moby (Innocents), Slash, Nick Cave, Greg Dulli y Duke Garwood (With Animals), entre otros.

Su álbum solista más exitoso es Bubblegum y cuenta con la participación de Nick Oliveri, Josh Homme, PJ Harvey, Izzy Stradlin y Duff McKagan

A pesar de su amplia trayectoria, todos los anuncios que aparecieron en internet a lo largo del último mes para anunciar que Mark Lanegan Band tocaría el miércoles 5 de septiembre en El Plaza Condesa, lo identificaban como uno de los "padres del grunge que había colaborado con Kurt Cobain."

Ya veremos cuánta gente asiste al concierto, enganchada sólo por la publicidad. 

martes, septiembre 04, 2018

Blues Funeral (2012)


Hace seis años, Mark Lanegan vino por primera vez México

Me enteré de ese concierto un mes más tarde, cuando Soundgarden estaba por salir al escenario de El Palacio de Los Deportes

Cornell, Thayil, Cameron y Shepherd se habían reunido después de estar casi diez años trabajando en proyectos alternos, acababan de grabar King Animal y venían a tocar por primera vez al país. 

Alguien adelante de mí en la fila del baño, le presumía a uno de sus amigos haber asistido a ese concierto de Lanegan en El Plaza Condesa, mientras yo ya no resistía un segundo más sin pasar al mingitorio.  

Blues Funeral (2012) había sido el motivo de la visita del ex-vocalista de Screaming Trees a la ciudad. Ése era el único álbum que había escuchado de su carrera solista. La noticia me cayó mal porque también tenía varios meses escuchando a Screaming Trees

Estaba pasándola tan mal en el laboratorio donde corría los experimentos de mi proyecto de doctorado que no sólo no tenía vida social, sino que ni siquiera me enteraba de todos los conciertos que venían a dar los artistas que me gustan. 



Mark Lanegan compuso las canciones de su séptimo álbum de estudio a partir del sintetizador, empleó elementos que no había incluido en sus trabajos anteriores y quiso reflejar en él la influencia que habían ejercido álbumes como Closer (Joy Division) y Country Life (Roxy Music) en su carrera.

La crítica especializada recibió bien a Blues Funeral

Metacritic le otorgó un puntaje promedio de 77 (100 es el máximo), MOJO le dio el máximo de cinco estrellas y The Guardian le dio tres estrellas. 

En este álbum colaboran Josh Homme, Jack IronsDuke Garwood y Alain Johannes entre otros músicos reconocidos. Las canciones están saturadas de beats ordenados por sintetizadores y la guitarra eléctrica, el bajo y la batería no son tan relevantes.

Me resultó un álbum extraño y difícil de digerir. 

Esperaba algo más semejante a Clarvoyance o Uncle Anesthesia -incluso algo que sonara más a I Nearly Lost You-, pero era totalmente electrónico. 

Con el paso del tiempo, lo he apreciado de otra forma.

En los próximos días, Mark Lanegan volverá a dar un concierto en El Plaza

Esta vez ya tengo boletos.