domingo, septiembre 27, 2020

Cuerpos de Lewy


Robin Williams cometió suicidio el 11 de agosto del 2014. Según algunas notas que he encontrado en internet, esto ocurrió aproximadamente seis meses después de que él comenzara a sufrir los síntomas de la demencia con cuerpos de Lewy, sin saber que la padecía. Uno de los especialistas que estudió su caso, dijo que prácticamente todas las áreas de su cerebro estaban dañadas y que era sorprendente que Williams pudiera moverse o caminar. Según la esposa del actor, en los últimos meses le costaba mucho trabajo actuar, mover su brazo izquierdo, aprender sus líneas y dormir. También se obsesionaba con ideas absurdas –una noche se obsesionó con la idea de que uno de sus amigos moriría al amanecer y estuvo comunicándose infructuosamente con él, toda la noche– y le decía que ya no sabía quién era. 

En este momento, me siento mal y todo me enfada, y nada tiene sentido. Me pongo a pensar en el infierno que vivió Robin Williams en sus últimos meses de vida y sin embargo no puedo tomar perspectiva. Me pongo a pensar en el infierno que yo mismo viví, antes de la cirugía, y tampoco puedo tomar perspectiva. 

Quizá mañana cambie totalmente mi rutina y tendré que levantarme a las cuatro de la mañana y hacer recorridos diarios de dos a tres horas, durante varias semanas, en medio de la pandemia, utilizando el transporte público y exponiéndome a otras personas que quién sabe si se preocupen por su salud. No tengo un automóvil y ni siquiera sé manejar.

Además de estos cambios, tendré que encontrar la manera de continuar realizando las actividades que me mantienen ocupado los siete días de la semana, y, sin embargo, creo que es una estupidez sentirme mal y molesto por todo

Además de todo, tengo mucha sed. No estoy seguro si es paranoia o si tengo síntomas de diabetes insipidus. Tengo antecedentes familiares y en los últimos días he estado bebiendo refrescos y jugos y he estado consultando los mecanismos de la sed en libros de fisiología. 

Me está dando vueltas en la cabeza la información  que he consultado: la sed se debe a que la presión de la sangre disminuye y a que la concentración de solutos en la sangre aumenta; la hormona antidiurética es liberada por las neuronas magnocelulares del hipotálamo y se encarga de promover la retención de agua y de inhibir la producción de orina, y su deficiencia está relacionada con la diabetes insipidus... 

Me están dando vueltas en la cabeza, mis antecedentes familiares. Mi abuelo tuvo diabetes y murió antes de los 60 años. Él decidió no cuidarse y vivir su vida, como si no estuviera enfermo. Le gustaban los mazapanes y el alcohol. 

En mi caso, en general, no tengo mucha apetencia por los azúcares, pero últimamente he consumido más bebidas azucaradas que las que estoy acostumbrado a beber y cuando comienzo a hacerlo me cuesta trabajo parar. 

Me gustaría pensar en otras cosas, pero, aunque la sed es una sensación difícil de identificar, al mismo tiempo no puedo ignorarla. 

Volviendo al asunto de los genes, tampoco puedo ignorarlos. Tan sólo este enfado que surge aparentemente de la nada, también es hereditario. En los últimos meses he podido controlarlo, pero hoy me ha resultado más difícil. 

Tampoco puedo ignorar el futuro inmediato. He sido muy feliz durante la pandemia. He trabajado casi 12 horas diarias, desde que comenzó la cuarentena. Es probable que mañana mi felicidad cambie y que tenga que hacer cosas que podrían dañar mi salud y que podrían poner en peligro a mi esposa. Puedo salir y ponerme careta, lentes y cubrebocas, pero no estoy seguro de que pueda soportar todos esos aditamentos durante más de 10 horas. Tampoco estoy seguro de que pueda soportar hacerlo diariamente durante 3 ó 4 semanas consecutivas. 

No ha ocurrido nada, pero mi mundo está a punto de estallar. 

Ayer Washing Machine cumplió 25 años. Yo vi el video de “Little Trouble Girl” en MTV, más o menos cuando salió el disco. Si no recuerdo mal, pasó después del video de “Coffee Shop”, del álbum más reciente de los Red Hot Chili Peppers por entonces. Debí de comprar el álbum de Sonic Youth hasta el 2003. 

Últimamente he tenido mucha sed. No sé si se deba a que he estado leyendo en libros de fisiología cómo se comunica nuestro cerebro con los riñones y con el hígado para promover la ingestión de líquidos. A veces soy un poco paranoico y me quedé pensando en la deficiencia de de la hormona antidiurética en la diabetes insipidus. Mi abuelo padeció diabetes y no puedo dejar de pensar en que yo también puedo padecerla. 

Hace unos días leí un artículo sobre la enfermedad que llevó al suicidio a Robbin Williams y me identifiqué con una parte. Ahora sólo escribo idioteces que no he madurado. Por alguna razón me siento frustrado y detesto cada una de las palabras idiotas que se me ocurren. Estas explosiones de rabia también pueden deberse a alguna enfermedad que padezco. También pueden deberse a que estoy tenso. Mañana tengo una junta en la que probablemente se me multiplique el Las espinas dendríticas son un componente de la comunicación entre neuronas. Las dendritas son una especie de antenas que comunican a una neurona con otra. Robbie Williams. Cuerpo de Léwy en 6 meses. Yo no puedo escribir nada relacionado con mi enfermedad. Frances Farmer. Copia extra del cromosoma 21. Suicidio.

martes, septiembre 15, 2020

Toda la soledad del centro de La Tierra | Luis Jorge Boone (2019)



Hoy acabé de leer esta novela. La compré por Amazon hace unas semanas. Fernanda Melchor la recomendó en un Facebook Live en el que habló sobre su libro Aquí no es Miami. Al final de la charla, le hice una pregunta relacionada con el momento del día en el que escribe y ella me respondió que prefiere escribir a cierta hora del día. 

Ya no recuerdo bien cuál fue la respuesta, pero sí recuerdo que Luis Jorge Boone es su actual pareja y que los dos viven en Puebla, y que ella dijo que Toda la soledad del centro de la tierra es una gran novela. También recuerdo que supuse que las narrativas de ambos podrían tener características en común y que por eso me dio curiosidad leerla. 

No sé si se debió a la cantidad de trabajo que tengo y a la cantidad de pendientes que tengo y a la cantidad de ideas que tengo sobre la cantidad de trabajo y sobre la cantidad de pendientes que tengo, pero no disfruté mucho la lectura de Toda la soledad del centro de la tierra. 

La leí a lo largo de dos o tres semanas, entre las diversas actividades que tengo. Me costó trabajo no abandonar la lectura. Creo que uno debería leerla de principio a fin, en lugar de leerla a intervalos. Tal vez ésta sea una de las razones por las cuales no me agradó tanto.

Me parece que se requiere dedicarle una mayor concentración a la lectura que la que pude dedicarle, y también me parece que la leeré en otra ocasión con mayor detenimiento y que tendré una impresión más positiva que la que tengo ahora.

Hay algunos pasajes de la novela en los cuales colindan estupendamente la prosa poética y la poesía, y que también describen estupendamente dos o tres escenas violentas que son esenciales en la trama de la novela; sin embargo, en general, me resultó un poco confusa la combinación de poesía y de prosa –incluso hay capítulos nones que sistemáticamente contienen poesía que refuerza o da contexto a los capítulos previos que están escritos en prosa–, aun cuando la historia es original y explota metáforas sobre un juego de la infancia del protagonista y el significado de la muerte para un niño huérfano que vive en un pueblo asolado por la crueldad y la violencia del narcotráfico. 

Mis primeras impresiones sobre esta novela son las siguientes: son más importantes las palabras que la historia en sí, se requiere paciencia para visualizar la historia como un todo y también es recomendable tener la mente abierta a una narrativa poco convencional. 

domingo, septiembre 13, 2020

13 de septiembre del 2019

 

El lunes o el martes o el miércoles comenzó a las seis am
Ya no recuerdo ciertas cosas
Sólo sé que habría días feriados entre semana

A las ocho ya estaba en las oficinas de la universidad
Desde allí salimos en una Ecosport hacia la Ciudad de México
No recuerdo si antes pasamos a la Rectoría General por ti
Ni tampoco si ésa fue la primera vez que nos vimos
Sólo recuerdo que a las diez ya estaba en el INNN
Alistándome para exponer una presentación que había preparado
Hablé sobre un modelo experimental de esquizofrenia

Luego fuimos a la UAM Xochimilco
Estuvimos esperando algunos minutos
Nos presentaron a algunas autoridades
Se supone que colaboraríamos con ellos
Y que te darían un espacio en el que pudieras trabajar

Más tarde volvimos a Lerma
Tal vez te acompañé a la Terminal de Autobuses
O quizá fue otro día de esa semana
Y acabé rendido a las siete de la noche
Caminando de vuelta a la casa

Parece otra vida
Todos podíamos desplazarnos
Libremente por la calle
Y saludar libremente 
A todo mundo

Cuesta trabajo creer que todo cambió 
Radicalmente en un año