miércoles, agosto 24, 2011

Tienes que dejar de escuchar música punk






Apenas eran las cuatro de la tarde, pero ya había hecho todas las cosas que me gustaba hacer cuando ella no estaba en casa. Afuera llovía y la música sonaba a todo volumen en el departamento. Comencé a escuchar un zumbido. Aunque me sentía fatigado y tenía mucho sueño, encendí un cigarrillo y me senté junto a la ventana. Sentí náuseas.

A través de la ventana, vi a algunos carros patinar en el asfalto y a algunas personas que corrían para refugiarse de la lluvia. La música continuaba sonando muy fuerte en el departamento. Sentí un escalofrío recorrerme la espalda, y me puse sombrío. 

"He escuchado demasiada música punk", pensé. Apagué el cigarrillo en un cenicero atestado de colillas y fui a orinar, tambaleándome. Era mi último día de vacaciones y no había comido nada, pero ya me había bebido casi cuatro litros de alcohol. 

Al volver a la sala, encendí otro cigarrillo. Después me asomé por la ventana de nuevo. La lluvia había amainado. Abrí la ventana, y tomé aire. Me sentí estúpidamente ebrio, apagué la música de inmediato y corrí al baño. El zumbido no cesaba en mis oídos. 

Me arrodillé junto al water y sentí en la garganta una ráfaga caliente de ácidos gástricos. Procuré vomitar, pero no pude. 

Ella llegó a la casa justo cuando yo empezaba a hiperventilar. 

1 comentario:

La Bicha: dijo...

Al final del día ella logro apaciguar a esos viejos demonios. Quizá sea ella quién aliente tus deseos de antaño y tal vez, sólo tal vez tengamos un nuevo músico o escritor a quién admirar. Los sueños no se olvidan, ni se dejan pasar, sólo los guardamos para un mejor tiempo, a lo mejor llegó el tuyo :)