lunes, enero 06, 2020

Los Desesperados de Joselo Rangel


Después de un libro de cuentos –One Hit Wonder (2015)–, Los Desesperados (2018) es la primera novela de Joselo Rangel.

En esta novela, Joselo desarrolla una historia de rock, de amor y de extraterrestres, basándose en las vicisitudes que enfrentan dos bandas mexicanas de rock independiente –Los Desesperados y Los Chicle Bomba– mientras pasan de tocar para un puñado de fieles admiradores a firmar un contrato con una disquera internacional, a grabar un disco en un sofisticado estudio de grabación, a abrir un concierto a The Libertines, a dar giras por todo el mundo, a experimentar los excesos del rock n' roll –el consumo de una droga ficticia lleva a uno de los músicos a interactuar con su álter ego, encarnado en El Principito del rock latino– y a tocar en festivales importantes. 

La historia está narrada de un modo fluido y ameno –no es indispensable leer una y otra vez la misma página para captar el mensaje– y aborda temas en los que Joselo –¿alguien se atrevería a cuestionar que es una voz autorizada para hablar del rock mexicano y de la música contemporánea?– es experto


Todos los personajes, directa o indirectamente, viven en el mundo de la música y tienen elementos que los hacen interesantes por sí mismos, pero Joselo los dota de una fuerza vital* que les permitiría continuar por su propia cuenta en otros relatos.

¿Es probable que estos personajes hayan adoptado características de otros músicos de la vida real con los que Joselo ha compartido giras... o fiestas?, ¿es probable que algunos eventos de Los Desesperados se hayan llevado a cabo en la vida real, más o menos de la misma forma en la que están narrados en la novela...?

Supongo que sí. 

Si no lo es, prefiero pensar que así fue y que Joselo se basó, principalmente, en sus propias experiencias con otros músicos –vividas a lo largo de más de treinta años de trayectoria–, para contarnos esta historia. 

(Considero una pérdida de tiempo leer textos sobre temas que el escritor no conoce realmente y considero un fastidio cuando un autor –omitiendo su falta de imaginación para crear a partir de lo que tiene a su alcance– anuncia que viajará a algún sitio exótico –¿Las Vegas, Jaipur, Ruanda...?— para “inspirarse” a escribir “una gran novela”. Uno debería escribir por necesidad, sobre las experiencias que le ocurren; no debería buscar a priori experiencias “extrañas” y escribir sobre ellas para cumplir con cierto número de novelas publicadas al año.)


La novela tiene algunos pasajes en los que Joselo “acomoda las cosas” para profundizar en anécdotas relacionadas con el mundo del rock n' roll –tal vez las conoce de primera mano–, tales como: cuáles son los detalles que hacen especial a la White Falcon de Neil Young, por qué es tan singular una Chet Atkins, por qué no son tan populares los bajos Music Man, cuáles son los pedales de guitarra que usa Johnny Greenwood... cuál es el verdadero talento de un secre de batería en comparación con un huesero... cuál es la verdadera motivación de un frontman de una banda de rock supuestamente subversiva... cómo llega un periodista de rock –tirando mala onda y aprovechando sus influencias– a convertirse en el periodista de rock nacional...

Aunque la novela tiene algunos tintes trágicos –por ejemplo, la muerte de una estrella pop “más rockera que los rockeros”–, en general, es divertida y cómica. 

La recomiendo ampliamente, incluso a quienes no les gusta Café Tacuba.
(También cabe la posibilidad de que un fan from hell** de Café Tacuba, se sienta indignado al terminar de leer Los Desesperados.)



P. D. Yo también creo que al rock mexicano, le hace falta un muertito.

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*No sé me ocurre otro término. 
**Debes leer Los Desesperados para entender el chiste.

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