jueves, mayo 16, 2019

Camina


Desde hace varios días, me siento más cansado que de costumbre.
Despierto a las tres de la mañana de alguna pesadilla.
En algún momento, me quedo dormido otra vez.

Me levanto de la cama a las cinco de la mañana.
Alimento a los gatos. 
(Yo digo que les doy de comer cuando me levanto, pero la realidad es que ellos me levantan para que les dé de comer.) 
Me baño mientras intento recordar por qué soñé lo que soñé.
Me visto mientras intento explicarme por qué soñé lo que soñé. 
Desayuno mientras reviso el pronóstico del tiempo y mis redes sociales en el teléfono.
A veces, después de un amanecer helado, la tarde se pone calurosa. 
A veces, después de un amanecer soleado, cae una tormenta por la tarde. 
A veces, aun cuando no faltan los memes sobre Obrador, hay otra clase de memes divertidos.

Uso el transporte público.
Camino alrededor de treinta minutos. 
Me olvido de escribir para mi propio placer y me enfoco en mi trabajo.

El malestar gástrico me obliga a almorzar mientras trabajo. 
El malestar desaparece paulatinamente mientras almuerzo y me enfoco en  mi trabajo. 
El malestar gástrico resurge y nuevamente debo comer un refrigerio.
Cuando el malestar gástrico desaparece, vuelvo a enfocarme en  mi trabajo.
Comer para evitar el malestar gástrico no es agradable. 

Ya dieron las seis de la tarde.
Salgo de la universidad. 

Camino alrededor de treinta minutos. 
Uso el transporte público.

Vuelvo a la casa. 
Como una vez más.
Leo cosas que no tienen ninguna relación con mi trabajo. 
Escribo cosas que no tienen ninguna relación con mi trabajo.

A veces veo la televisión.
Hay tantas cosas en Amazon y en Netflix que me la paso buscando qué voy a ver.  

Me acuesto alrededor de las once de la noche.

A veces estoy tan casado que me quedo dormido rápidamente. 
A veces no puedo dormir por estar pensando en cosas que no deberían tener importancia. 
A veces no me despierto a las tres de la mañana.
A veces no me quedo dormido rápidamente.

A veces, cuando no puedo volver a dormir, me pongo a leer.
A veces, cuando no tengo ganas de leer, me pongo los audífonos y escucho música.
A veces, cuando no tengo ganas de escuchar música, me levanto de la cama y me pongo a escribir. 

Al día siguiente, después de casi ocho horas de ayuno, me levanto de la cama con unas terribles náuseas. 

Todo se repite desde el primer párrafo.

Hoy me siento aletargado.  
Hoy es uno de esos días en los que todo me parece horrible. 

Creo que necesito hacer (más) ejercicio. 

No es suficiente caminar alrededor de treinta minutos todos los días, ni comer regularmente verduras y frutas desde hace tres años.
No es suficiente caminar alrededor de treinta minutos todos los días, ni evitar regularmente bebidas azucaradas y refrescos y alcohol desde hace tres años.
No es suficiente caminar alrededor de treinta minutos todos los días y no fumar desde hace casi tres años. 

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