viernes, junio 17, 2016

Montage Of Heck


Fui a ver Montage Of Heck porque Kurt Cobain es uno de los pocos temas que siguen apasionándome desde la adolescencia. 

Eso significa que no soy uno de esos admiradores que sólo han escuchado algunas canciones de Nevermind o que vagamente conocen In Utero o Unplugged In New York y que no pueden decir de memoria el tracklist de ninguno de sus álbumes.

Tampoco soy uno de esos admiradores que compran todo lo que tenga relación con el líder de Nirvana o con cualquier otra banda cuyos integrantes hayan muerto en condiciones sospechosas. 

He visto todos los documentales y películas disponibles que abordan la muerte de Kurt Cobain -Kurt & Courtney, About A Son, Soaked In Bleach, Last Days- y he leído libros sobre el mismo tema, como Heavier Than Heaven o Cobain Íntimo.

Incluso he leído sus diarios y la biografía oficial de Nirvana escrita por Michael Azerrad

A pesar de lo anterior, no me considero ni vigilante ni crítico de todo lo relacionado con Nirvana -jamás diría que tenía expectativas muy altas respecto a este documental, ni a cualquier otro-, así que ese viernes en el Cinépolis de La Diana Cazadora, no tenía ningún interés en formular una nueva hipótesis acerca de su muerte, ni quería satanizar a Courtney Love o endiosar a Frances Bean.

Sólo tenía curiosidad por saber qué tal estaba este documental avalado por la familia Cobain Love.

Este documental ha sido criticado por Buzz Osborne, el líder de Melvins, una banda formada en Montesano, Washington en 1983 y que fue una gran influencia para Kurt Cobain antes de que éste se convirtiera en un personaje famoso.

Los admiraba tanto que incluso audicionó para tocar el bajo con ellos y se encargó de pintar la camioneta en la que transportaban sus instrumentos. 


Antes de que comenzara la función, se me ocurrió comprar una bebida.

Estaba caliente y ligeramente ácida. Sólo le di un trago, pero me cayó mal inmediatamente. 

Tengo reflujo gastroesofágico y desde hace un año he estado en tratamiento médico.
Cambié mi dieta, dejé de beber alcohol, dejé de fumar y nada ha funcionado. 

Cuando algún alimento o bebida me cae mal, los jugos gástricos ascienden por el esófago y siento que la garganta se me cierra y que me falta el aire.

Comienzo a ponerme ansioso.  

La ansiedad es infernal. 

Los lugares cerrados y la oscuridad aumentan la ansiedad. 

No puedo dejar de pensar que me desmayaré y que dejaré de respirar, o que me ahogaré. 

He intentado muchas cosas para mitigar la ansiedad, pero nada ha funcionado. 

Tuve que dejar de beberme el té y esperé a que el malestar menguara. 

No quería tener una crisis de ansiedad y terminar abandonando la sala de cine para tomar aire y tranquilizarme, justo cuando comenzara el documental de HBO


El malestar cedió poco a poco.

Cuando me sentí mejor, pensé que de cualquier modo esa experiencia de sofocamiento terminaría influyendo en mi percepción sobre el documental de Brett Morgen

Para mi desgracia, había una chica sentada junto a mí. 
No dejaba de hablar.

Las luces de la sala aún estaban encendidas. 

Volteé a verla.

Debería de tener unos dieciséis años. 

Ella iba con sus papás, y su atuendo era el de una adolescente admiradora del sonido Seattle de la década de los 90. 

Traía una camisa de leñador, una playera con el rostro de Kurt Cobain estampado, una falda escocesa, unas medias de bailarina de ballet y unas Doctor Martens.

Creo que su cabello estaba teñido de rosa brillante. 

Me bastó escucharla hablar un par de minutos para darme cuenta que era el tipo de adolescente que adora todo lo relacionado con Kurt Cobain

La chica no dejaba de contarles a sus papás cosas sobre Nirvana.

Era obvio que así estaría toda la función.

 

Unos diez minutos más tarde, ya no me sentía tan mal y empezó Montage of Heck

Lo primero que me impresionó fue el sonido. 

Me di cuenta que nunca había escuchado a Nirvana a un volumen tan alto, ni siquiera cuando era un adolescente como la chica que estaba sentada junto a mí y yo no hacía otra cosa más que escuchar su música.

Territorial Pissings sonaba a todo volumen, mientras se mezclaban en la pantalla del cine diversas escenas de Nirvana tocando en vivo. 

Los instrumentos desaparecieron poco a poco y sólo quedaron los coros de la canción.

Mientras la voz de Kurt Cobain gritaba desgarradoramente desde el más allá, la toma se cerró a una escena de Aberdeen a finales de los 60. 

El contraste entre esos gritos desgarradores y el pueblo donde Cobain nació y vivió su infancia fue conmovedor. 

Un punto para el documental. 



La primera parte de Montage Of Heck aborda la infancia de Kurt.

Nos muestra que era un niño cariñoso y sociable, querido por todos, interesado por la música y por la pintura.

Su carácter empezó a cambiar con la llegada de su hermana Kimberly, cuando toda la atención dejó de centrarse en él. 

En su escuela, los profesores se quejaban a menudo de que Kurt era distraído y sus papás tuvieron que llevarlo al médico y el médico les recetó metilfenidato. 

Todo marchaba relativamente bien hasta que sus papás se divorciaron, cuando él tenía alrededor de diez años. 



Brett Morgen tomó audios grabados por Cobain y les puso animaciones.

Éstas son lo mejor del documental. 

Hay una en la que Kurt relata su primera experiencia con la marihuana.

Estaba en la secundaria y se juntaba con los maleantes de su clase.

Se metían a escondidas a la casa de una chica con retraso mental y robaban botellas de alcohol.

A la chica siempre la dejaban sola sus padres y supuestamente él abusó de ella.

Todos se enteraron en la escuela, lo suspendieron y los chicos le pusieron un apodo humillante y él se sintió muy mal por lo que le había hecho a la chica.

Quería morirse, se echó sobre las vías del tren a esperar la muerte.
Estuvo toda la noche así, pero el tren nunca pasó por allí.

Al volver a su casa, fumó marihuana y se puso a escuchar música en sus audífonos. 

La yerba lo ayudó a apreciar de otro modo la música y a tener un interés por crear música. 


Hay otra animación en la que Kurt Cobain está tocando Been A Son en el departamento de Olympia en el que vivían él y Tracy Marander

De repente suena el teléfono y él tiene que dejar de tocar la guitarra para contestarlo. 

Escuchar tanto la maqueta de esa canción incompleta como la conversación telefónica y mostrar cómo pudo ocurrir todo eso en la cotidianidad de un joven Kurt Cobain que componía canciones para su banda, fue muy ingenioso.

 Otro punto para el documental.

Aunque Tracy fue muy importante en la carrera de Nirvana -ella trabajaba mientras Cobain se enfocaba en componer las canciones de Bleach o pasaba el día viendo televisión-, no aparece jamás en el documental. 

¿Por qué? 

Otras partes de Montage Of Heck están hechas con videos caseros de Kurt, Courtney y Frances Bean

Algunos fueron demasiado íntimos y otros muy amarillistas.


En uno de ellos, alguien demasiado cercano a Kurt y a Courtney, los filma semidesnudos frente al espejo de un baño. 

¿Quién podría ser tan cercano a los dos, como para tener esa libertad de filmarlos en esas condiciones y por qué los filmaría? 

En otro video, alguien los filma en lo que parece un cumpleaños de Frances. 

Aparecen Dave Grohl y Krist Novoselic con regalos para la niña.

Kurt Cobain se ve infernalmente aburrido y desaparece a la menor oportunidad, mientras Courtney Love le grita furiosamente que vuelva cuanto antes. 

El video más amarillista de todos fue uno en el que se sugiere la adicción de Kurt Cobain a los opiáceos. 

Courtney Love intenta cortarle el cabello a la niña y él intenta cargarla, pero está quedándose dormido y su esposa lo regaña y le pregunta si quiere darle ese ejemplo a su hija. 


En el documental también abundan dibujos de Kurt y algunas hojas de cuaderno con las letras de algunas canciones de Nirvana escritas por el puño y letra de Kurt.

Estas piezas aparecen acompañadas por música de Nirvana

Otro punto para el documental. 

Brett Morgen tenía acceso completo al material de Kurt Cobain y de Nirvana.

Fue alentado por la esposa y la hija del artista, y estaba autorizado a usar todo el material como mejor le pareciera. 

Habría sido un desperdicio que no explotara todas estas cosas.

Otro punto para el director. 

La última parte del documental es la peor. 

Wendy O'Connor -la madre de Cobain- y Courtney Love hacen su aparición melodramática en plan de actrices.

Bajo un ambiente lúgubre -luces tenues, ausencia de música, la cámara enfocándolas individualmente-, dan sus testimonios acerca de los problemas de Kurt con las drogas y con la fama. 

No lo soporté. 

El propósito parecía convencer al espectador de que Kurt Cobain tenía razones para dispararse una escopeta en la boca -aun dejando huérfana a su hija- y que es un mártir del rock n' roll

De hecho, Wendy y Courtney repetían casi el mismo monólogo y lloraban casi después de decir las mismas frases. 

Sentí lástima por Kurt.
Aparentemente, se casó con una mujer idéntica a su mamá. 

Obviamente, la chica de las Dr. Martens que estaba sentada junto a mí, se puso a llorar.



Esta parte final, me decepcionó.

En conclusión, Montage of Heck es una versión autorizada de la muerte de Kurt Cobain

Creo que le gustará a la mayoría de la gente y que volverá locos a los admiradores de Nirvana que sólo conocen Smells Like Teen Spirit... 

No hay comentarios.: