domingo, octubre 14, 2018

Mi abuelo siempre cantaba y tomaba el sol


[INCONCLUSO]

Recuerdo a mi abuelo feliz, cantando y tomando el sol.  

Según mi mamá, él siempre había querido ser artista y había participado en algunos concursos de la XEW cuando era joven. 

Mi mamá también decía que él se había ablandado con nosotros. 

Cuando ella y sus hermanos eran niños, el abuelo ni siquiera les permitía hablar durante la comida.

A nosotros incluso nos había comprado una mesa más pequeña que la que utilizaban los adultos y no sólo nos dejaba platicar durante la comida, sino que nos daba dulces aun cuando no hubiéramos terminado nuestros alimentos.

El abuelo tuvo una infancia difícil.
Sus padres eran alcohólicos y él tenía que ir a sacarlos de las cantinas. 
Ellos eran muy duros con él y a veces lo amarraban a un árbol y lo dejaban allí.
(Tal vez por eso tenía problemas con el alcohol. No bebía siempre, pero cuando bebía, lo hacía durante varios días.)

Trabajaba como telegrafista y tenía una motocicleta.
El olor de la gasolina era muy penetrante y le daba al patio de su casa una atmósfera especial. Parecía que en cualquier momento todo podía arder. 

Según mi mamá, una vez el abuelo llevó algún documento a un edificio de gobierno y vio un montón de cadáveres apilados en el patio de ese lugar. Los soldados los arrojaban desde camiones del ejército, como si fueran costales. Habían pasado unos días de la matanza de Tlatelolco

Una vez se volcó el autobús en el que iba a Acapulco, se fracturó las costillas y se fracturó una pierna. Uno de los paramédicos que llegó al lugar pensó que él estaba muerto y le quiso quitar una cadena de oro. Otra vez se cayó desde la azotea de su casa y volvió a fracturarse la misma pierna. Le pusieron tornillos y cojeó el resto de su vida. 

El abuelo tenía diabetes, pero no seguía las recomendaciones de los médicos. 
Decía que prefería vivir pocos años haciendo lo que le gustaba. 

Antes de que yo entrara a la secundaria, el abuelo se jubiló y vendió la moto. Se compró un Valiant y una Betamax.

Le gustaban las películas de acción de Charles Bronson, pero también veía películas de Tin Tán y de Joaquín Pardavé y podía sentarse con mis primas a ver una y otra vez La Sirenita o Parque Jurásico.

También le gustaba el futbol soccer. 
Los domingos no se perdía los partidos del Real Madrid y de Hugo Sánchez
Entre semana, veía los partidos de la Copa UEFA
Alguna vez me dijo que su equipo favorito era el Atlante, aunque también había apoyado al Necaxa y en esa época era seguidor del América

Una vez fui por mí a la primaria en su bicicleta. Eran vacaciones de verano y yo me preparaba para alguna competencia con otras escuelas. Mis papás no me dejaban volver solo a la casa y los dos estaban en el trabajo. 

Cuando volvimos a la casa de mi abuelo, encendió el televisor. 
Iba a comenzar el segundo tiempo de un partido de la fase de grupos de La Copa del Mundo de Italia 1990. Creo que jugaban los españoles y los belgas.

Debí preguntarle algo: qué le parecía el nivel de ese mundial, quién era su favorito para ganar ese mundial, qué pensaba del castigo de la selección mexicana... pero entonces no sabía gran cosa del futbol

Tampoco le pregunté años después qué pensaba de la selección de Mejía Barón que llegó a la final de La Copa América de 1993, ni qué pensaba de los partidos de ese equipo en el mundial de Estados Unidos 1994

Siempre pensé que habría un mejor momento para hablar de esos temas. 

En 1998, su salud empeoró.

Mi mamá iba todos los días a verlo al hospital. Después de algunos meses, él decidió que no quería continuar en el hospital. Insistió tanto que los médicos lo dejaron volver a su casa. Requería muchas atenciones. Mi mamá también iba a verlo a diario. 

Una vez fui a verlo.
Él estaba acostado en su cama. 
Mi mamá y mi abuela me habían dicho que tenía alucinaciones y que les hablaba de personas que ya estaban muertas y que iban a visitarlo. 
Le costó trabajo identificarme y después empezó a preguntarme cómo me iba en la escuela. Yo acababa de entrar al segundo semestre de la licenciatura.

Una de mis primas iba a cumplir años y en ese momento ella tenía una fiesta en un salón cerca de la casa del abuelo. 

Anoché soñé que mi abuelo me perseguía por todas partes, porque quería que escribiera sobre él.
Hace veinte años murió mi abuelo. 

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