No se cuántos días he permanecido acostado.
Los días transcurren sanguinolentos, como una burbuja de aire atrapada en el pecho.
Los días van dejando resabios de melancolía en la almohada.
Me estiro en la cama y no me decido a levantarme. Sólo sé que siempre miro el reloj cuando marca las 3 a.m. y me siento lánguido.
Estaba soñando que mis papás y yo visitábamos una enorme biblioteca y que la biblioteca se convertía en un centro comercial. Una vendedora que vestía uniforme de color verde, nos guiaba a través del lugar. De repente, la mujer se convertía en un libro con ojos y cabello, y mientras avanzaba como un ent desprendía un agradable aroma a ébano.
Ella se detenía en un rincón de la tienda, y exclamaba: 'Bien, queridos visitantes, ahora es el momento de presentarles este nuevo producto...', y su rostro se deformaba poco a poco, de la misma forma en que una hoja de papel a la que se le ha prendido fuego. Empezaba a tener una crisis de pánico, cuando ella volvió a aparecer como la vendedora que vestía uniforme verde. Entonces exhibió el producto, que era realmente nuevo. Se trataba de una enciclopedia de los nahuales. Ella me alargaba un volumen de la enciclopedia y yo le echaba un vistazo. Naturalmente hallaba un montón de artículos de Carlos Castaneda. En el índice, destacaban una serie de títulos muy inquietantes, tales como: Respiros de fe, Lamentaciones de oxígeno, Cuarentena de la percepción...
Y en fin, me decido. Me quito las cobijas de encima, pongo un pie en el suelo y... enciendo el televisor para asesinar mi imaginación.
***
ÉSTE ES UN EXTRACTO (UN BORRADOR) DE UN LIBRO QUE PUBLICARÉ ALGÚN DÍA.
1 comentario:
Sólo una cosa: creo que el miedo es aprendido y sí tiene que ver con algún tipo de experiencia... Bueno, a mí no me da miedo levantarme de la cama, pero sí me da miedo acostarme -siempre pienso que voy a tener pesadillas-, también me da miedo llegar a mi casa ¡después de las ocho de la noche!...
Por cierto qué sueño tan raro.
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