Robin Williams cometió suicidio el 11 de agosto del 2014. Según algunas notas que he encontrado en internet, esto ocurrió aproximadamente seis meses después de que él comenzara a sufrir los síntomas de la demencia con cuerpos de Lewy, sin saber que la padecía. Uno de los especialistas que estudió su caso, dijo que prácticamente todas las áreas de su cerebro estaban dañadas y que era sorprendente que Williams pudiera moverse o caminar. Según la esposa del actor, en los últimos meses le costaba mucho trabajo actuar, mover su brazo izquierdo, aprender sus líneas y dormir. También se obsesionaba con ideas absurdas –una noche se obsesionó con la idea de que uno de sus amigos moriría al amanecer y estuvo comunicándose infructuosamente con él, toda la noche– y le decía que ya no sabía quién era.
En este momento, me siento mal y todo me enfada, y nada tiene sentido. Me pongo a pensar en el infierno que vivió Robin Williams en sus últimos meses de vida y sin embargo no puedo tomar perspectiva. Me pongo a pensar en el infierno que yo mismo viví, antes de la cirugía, y tampoco puedo tomar perspectiva.
Quizá mañana cambie totalmente mi rutina y tendré que levantarme a las cuatro de la mañana y hacer recorridos diarios de dos a tres horas, durante varias semanas, en medio de la pandemia, utilizando el transporte público y exponiéndome a otras personas que quién sabe si se preocupen por su salud. No tengo un automóvil y ni siquiera sé manejar.
Además de estos cambios, tendré que encontrar la manera de continuar realizando las actividades que me mantienen ocupado los siete días de la semana, y, sin embargo, creo que es una estupidez sentirme mal y molesto por todo.
Además de todo, tengo mucha sed. No estoy seguro si es paranoia o si tengo síntomas de diabetes insipidus. Tengo antecedentes familiares y en los últimos días he estado bebiendo refrescos y jugos y he estado consultando los mecanismos de la sed en libros de fisiología.
Me está dando vueltas en la cabeza la información que he consultado: la sed se debe a que la presión de la sangre disminuye y a que la concentración de solutos en la sangre aumenta; la hormona antidiurética es liberada por las neuronas magnocelulares del hipotálamo y se encarga de promover la retención de agua y de inhibir la producción de orina, y su deficiencia está relacionada con la diabetes insipidus...
Me están dando vueltas en la cabeza, mis antecedentes familiares. Mi abuelo tuvo diabetes y murió antes de los 60 años. Él decidió no cuidarse y vivir su vida, como si no estuviera enfermo. Le gustaban los mazapanes y el alcohol.
En mi caso, en general, no tengo mucha apetencia por los azúcares, pero últimamente he consumido más bebidas azucaradas que las que estoy acostumbrado a beber y cuando comienzo a hacerlo me cuesta trabajo parar.
Me gustaría pensar en otras cosas, pero, aunque la sed es una sensación difícil de identificar, al mismo tiempo no puedo ignorarla.
Volviendo al asunto de los genes, tampoco puedo ignorarlos. Tan sólo este enfado que surge aparentemente de la nada, también es hereditario. En los últimos meses he podido controlarlo, pero hoy me ha resultado más difícil.
Tampoco puedo ignorar el futuro inmediato. He sido muy feliz durante la pandemia. He trabajado casi 12 horas diarias, desde que comenzó la cuarentena. Es probable que mañana mi felicidad cambie y que tenga que hacer cosas que podrían dañar mi salud y que podrían poner en peligro a mi esposa. Puedo salir y ponerme careta, lentes y cubrebocas, pero no estoy seguro de que pueda soportar todos esos aditamentos durante más de 10 horas. Tampoco estoy seguro de que pueda soportar hacerlo diariamente durante 3 ó 4 semanas consecutivas.
No ha ocurrido nada, pero mi mundo está a punto de estallar.
Ayer Washing Machine cumplió 25 años. Yo vi el video de “Little Trouble Girl” en MTV, más o menos cuando salió el disco. Si no recuerdo mal, pasó después del video de “Coffee Shop”, del álbum más reciente de los Red Hot Chili Peppers por entonces. Debí de comprar el álbum de Sonic Youth hasta el 2003.
Últimamente he tenido mucha sed. No sé si se deba a que he estado leyendo en libros de fisiología cómo se comunica nuestro cerebro con los riñones y con el hígado para promover la ingestión de líquidos. A veces soy un poco paranoico y me quedé pensando en la deficiencia de de la hormona antidiurética en la diabetes insipidus. Mi abuelo padeció diabetes y no puedo dejar de pensar en que yo también puedo padecerla.
Hace unos días leí un artículo sobre la enfermedad que llevó al suicidio a Robbin Williams y me identifiqué con una parte. Ahora sólo escribo idioteces que no he madurado. Por alguna razón me siento frustrado y detesto cada una de las palabras idiotas que se me ocurren. Estas explosiones de rabia también pueden deberse a alguna enfermedad que padezco. También pueden deberse a que estoy tenso. Mañana tengo una junta en la que probablemente se me multiplique el Las espinas dendríticas son un componente de la comunicación entre neuronas. Las dendritas son una especie de antenas que comunican a una neurona con otra. Robbie Williams. Cuerpo de Léwy en 6 meses. Yo no puedo escribir nada relacionado con mi enfermedad. Frances Farmer. Copia extra del cromosoma 21. Suicidio.
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