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Aunque es un día soleado, hace un frío del carajo y mis manos parecen de hielo y los cuatro kilos de ropa que traigo encima apenas me permiten mover los brazos, pero tengo que celebrar este día en el que se cumplen 30 años del concierto de Nirvana en el Paramount Theatre de Seattle, WA.
El recuerdo de este concierto me pone muy emocional y todos mis pensamientos están desordenados y no sé por dónde comenzar a escribir en el blog, e intento recordar cuándo me enteré de este concierto y no estoy seguro si fue en 1995 ó 1996, pero, si sé, sin saber que se trataba de este concierto, que en 1994, cuando estaba de vacaciones, antes de entrar a la prepa, que vi el video de “About A Girl” que fue grabado en este concierto.
Veías videos musicales en la televisión para matar el tiempo; pasaban videos de bandas de rock –Aerosmith, Guns N' Roses, Metallica– y de cantantes de rock pop –Phil Collins, Brian Adams, Jon Bon Jovi– que nunca habías escuchado y que te resultaron toda una novedad –en la secundaria, la mayoría de tus compañeros escuchaban salsa y cumbias, y tú escuchabas a Michael Jackson y a Vanilla Ice–, pero una tarde viste “About A Girl” y tu mundo cambió.
En el video, tres individuos –un guitarrista con una melena rubia y con una Stratocaster para zurdos de color negro, un bajista descalzo de casi dos metros de altura y un baterista con cabello castaño y largo y con los brazos tatuados– tocaban en un escenario, frente a un montón de adolescentes un poco más grandes que tú.
La canción tenía una estructura pop que te recordó a alguna de las canciones de los sesenta de The Beatles, pero tenía también un sonido “sucio” en el que la distorsión de la Stratocaster y la ferocidad de la batería y la armonía del bajo se mezclaban de un modo que sonaba a pop y a rock al mismo tiempo spontáneo y de rock espontáneo que la hacía única para ti y que checaba perfectamente con anzamiento de Nevermind, alrededor de las diez de la noche, después de las presentaciones de Bikini Kill y de Mudhoney, Nirvana salió al escenario.
El concierto originalmente estaba programado en el Moore Theatre (un recinto más pequeño), pero, debido a la creciente popularidad de Nirvana (y a la gran demanda de boletos), los organizadores tuvieron que cambiarlo al Paramount Theatre.
DGC –la compañía discográfica con la que tenía contrato Nirvana– quería aprovechar el concierto para promocionar Nevermind antes de que la banda saliera de gira a Europa y grabó con varias cámaras
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